Marruecos


El Reino de Marruecos, también conocido como Imperio Jerifiano o Reino Alauí es un país soberano situado en el Magreb, al norte de África, con costas en el océano Atlántico y el mar Mediterráneo. Su capital es Rabat, declarada Patrimonio de la Humanidad desde el año 2012. Se encuentra separado del continente europeo por el estrecho de Gibraltar. Marruecos cuenta con cuatro cordilleras: el Rif, el Atlas Medio, el Gran Atlas y el Antiatlas. La montaña más alta es el Toubkal, que alcanza los 4.162 metros de altitud.




En la desembocadura del Río de Oro, los españoles fundaron Dakhla en 1884 con el nombre de Villa Cisneros. Este pequeño puerto pesquero se sitúa al borde de una magnífica laguna de aguas turquesas. Además de acoger a miles de aves migratorias como colonias de flamencos rosas, la bahía alberga la mayor población de focas monje. En sus aguas también se crían rayas y delfines jorobados del Atlántico. La grandiosa Punta Sarga, en el extremo Sur de la península es el lugar más apropiado para observarlos.

Al Oeste de Azilal, se encuentran las cascadas de Ouzoud, un lugar excepcional, con una caída de 100 metros que se lanza en un abismo sorprendente. El curso del agua sigue su camino en dos kilómetros hasta las profundas gargantas del uadi El Abid (400 m). Otros espectáculos naturales fantásticos son las gargantas de Arous hacia Agouti en la entrada del valle de los Aït Buguemez, o el puente de Imi-n-Ifri, al lado de Demnate. Un gigantesco arco de piedra erosionado por el uadi Mahseur por debajo del que cuelgan cientos de estalactitas.
 
Situado en las estribaciones del Gran Atlas, al este de Marrakech y al sureste de Demnate, a 6 km. de esta última ciudad, se encuentra una maravilla de la naturaleza que impresiona por su magnitud. Llamado por los lugareños, Puente Natural de Imi-N-Ifri que significa en berebere “la puerta del precipicio o del abismo”, y por otros “la gruta del ogro” según una leyenda muy antigua de la zona en la que un ser gigante y malvado habitaba en el lugar atemorizando a la población del entorno. 
Se trata de un puente esculpido por la naturaleza, que une perfectamente dos montañas, que las separa el río Mehasseur, abriéndose paso éste en forma de pequeñas cascadas entre las grandes rocas que existen en el fondo del puente, y a su vez ubicado en un entorno natural incomparable, lleno de vegetación por todos sitios.

Cuevas de Friouato se encuentra a unos 30 km al sur de la ciudad de Taza. El punto más conocido es explorado alrededor de 272 metros, pero sus límites reales son todavía un misterio. Sin embargo, algunos expertos creen que sus extremos se extienden a unos 3,5 kilómetros. También hay signos de un río subterráneo que se cree que fluye cerca de las Grutas de Chiker. La gente de la aldea cercana afirma que muchos exploradores visitan la cueva, algunos de los cuales nunca regresaron

Islote de Sidi Abderrahman es una roca a pocos metros de la cornisa de la ciudad marroquí de Casablanca. Allí se encuentra la tumba de un morabito (un santón musulmán), Sidi Abderrahmane. La isla está habitada por unos pocos religiosos. La ocupación de esta isla sigue siendo un misterio. Se dice que Sidi Abderrahmane, un hombre de Bagdad considerado santo por algunos musulmanes, vino en el siglo XIX y vivió en esta isla. Él se habría retirado al lugar para escapar de un mundo demasiado 'cruel' para un hombre 'santo'. Así vivió en su isla, rezando día y noche. Su casa se convirtió desde entonces en un sitio para recibir a los peregrinos.

Tánger es el segundo centro industrial de Marruecos después de Casablanca, ganó fama de plaza franca para las actividades internacionales de espionaje. Su posición durante la Guerra fría y otros periodos conflictivos de los siglos XIX y XX es legendaria. Adquirió reputación de centro de espionaje y contrabando y atrajo capitales extranjeros gracias a su neutralidad política y libertad comercial en la época de administración internacional.

Descubiertas en 1878, es uno de los lugares más visitados del norte de Marruecos, a tan sólo 17 km al oeste de Tánger y a 5 km al sur de Cabo Espartel, en un marco natural incomparable rodeado de playas de gran belleza en el océano Atlántico, se encuentra uno de los enclaves con una leyenda misteriosa, la “Gruta de Hércules”. Esta es una gruta, medio natural y medio artificial, ya que de una parte se ha originado por la simple erosión del viento y las olas del mar que penetran en ella cuando la marea sube, y de la otra, por la gente de la zona que de aquí extraían la roca para fabricar piedras de molino ya que es una roca calcárea de una gran dureza.

Desde el interior de la caverna, se puede observar una impresionante abertura con vista al mar, cuya forma recuerda el mapa de África invertido. Se ha descubierto que hubo presencia humana en esta gruta hace aproximadamente unos 7000 años antes de J.C., y en 1930, sacaron a la luz, unas estatuillas de barro que evidencian la presencia neolítica en la zona. Según la leyenda, fue en esta gruta donde Hércules permaneció después de haber separado Europa de África, y en donde durmió a la espera de cumplir una de sus 12 tareas encomendadas: recoger las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides.

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